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Cuándo compensa cotizar con un convenio especial a la Seguridad Social.

Se puede seguir cotizando si se ha agotado el desempleo, para mantener el importe de su pensión.

Con esta fórmula, se puede seguir cotizando si se ha agotado el desempleo, para mantener el importe de su pensión. ¿El coste? Un 28,3% mensual de sus últimas cotizaciones, hasta que se jubile.

Para decenas de miles de ciudadanos, sus planes de jubilación se habían convertido este verano en un verdadero quebradero de cabeza. Aunque finalmente el sistema permitirá que a los despedidos antes del 1 de abril de 2013 se les aplique la ley de pensiones anterior a la reforma, al interpretar que aunque cotizan por un convenio especial no están dados de alta, a muchos de esos contribuyentes se les cambió el rostro en agosto: además de ver reducida su pensión inicial por anticipar dos años el acceso a la jubilación, deberían seguir cotizando de su bolsillo 24 meses más.

Si se hubiera mantenido el criterio inicial, a muchos ciudadanos se les planteaba la duda de si seguir pagando al sistema para no perder más derechos en sus futuras prestaciones. Pero, ¿puede todo el mundo suscribir un convenio especial? ¿Cuánto dinero hay que cotizar cada mes? Y, sobre, todo, ¿merece la pena pagar estas cuantías para mejorar la pensión futura?

Los expertos en previsión social y pensiones lo tienen claro. Quienes durante los últimos años de su vida laboral hayan cotizado por las bases máximas, deberían suscribirlo, si se encuentran en un momento en el que ya no trabajan, han agotado el paro y aún no pueden acceder a la jubilación. Para los grupos de cotización más bajos, también puede haber impacto económico, pero siempre será mucho menor.

«En realidad, es una apuesta de futuro con la que se busca mantener el estatus actual del contribuyente», explica Ignacio Corchuelo, socio de Derecho Laboral de Garrigues. Este profesional se muestra partidario de suscribirlo. «Tú te puedes jubilar ahora con una pensión concreta, pero en el futuro, tu nivel adquisitivo se puede ir reduciendo, sobre todo cuando comiencen a aplicar el factor de sostenibilidad de las pensiones», afirma. Corchuelo indica que «para rentas altas, es lo más recomendable». Aunque también es cierto que «para pensiones que vayan de 20.000 a 15.000 euros al año, quizá no merezca tanto la pena seguir cotizando a través de un convenio».

Para Alberto García de la Calle, asociado senior del área de Tributación Personal de KPMG Abogados, este tipo de herramienta «interesa fundamentalmente a aquellas personas que se encuentran cerca de poder acceder a la jubilación y por la base de cotización más alta posible». Añade que «en la mayoría de los casos nos vamos a encontrar con personas que han tenido carreras de cotización muy largas, porque empezaron a trabajar a una edad muy joven, y con bases de cotización bastante elevadas». Por ello, indica que «la falta de cotización en los últimos años haría descender de manera muy sensible la pensión». Sin embargo, «para trabajadores que tienen un horizonte de jubilación más lejano, como 52 años o menos, esta solución puede no ser eficiente», recomienda García de la Calle.

Se paga el 28,3%

Para conocer el importe del coste del convenio especial, hay que elegir la base de cotización, que puede ir entre el mínimo de su categoría (por ejemplo, 1.051 euros al mes, para licenciados) y el máximo (3.597 euros, en ese caso), siempre bajo determinados requisitos. Porque no se puede usar el convenio para mejorar la cotización realizada durante su vida laboral. «A esa base elegida hay que aplicarle el 28,3%, que es por lo que se va a cotizar», explica Ignacio Corchuelo. Por ejemplo, para una base de 1.051 euros, se pagarían 297 euros al mes. «Siempre es una cotización más baja de lo habitual», señala este experto.

En este sentido, García de la Calle indica que «la persona que se esté planteando suscribir un convenio debe tener en cuenta la duración del mismo, el coste, el coste de oportunidad de no invertir ese dinero en otro producto financiero de ahorro-previsión y sobre todo si el coste del convenio se traduce un retorno de pensión». Por ejemplo, si un ciudadano al que le corresponderían 1.000 euros de pensión anticipa su jubilación cuatro años, cobraría 750 euros. Si el importe del convenio durante cuatro años fuera de 400 euros al mes, destinaría 19.200 euros para mantener los 1.000 euros iniciales de su pensión. Es decir, amortizaría el convenio cuando hubiesen transcurrido seis años y medio tras jubilarse. «Hay que analizar la edad actuarial y la esperanza de vida», indica Ignacio Corchuelo. Por su parte, Gloria Villar, senior associate de Mercer, explica que «si esa amortización supera los cinco o diez años, el convenio no merecería la pena».

Para muchos ciudadanos, es imposible asumir el coste de cotizar a través de un convenio. Por ello, Manuel Álvarez, director de Particulares Vida y Pensiones de Caser, explica que la clave es «haber ahorrado antes de abandonar la actividad laboral la cantidad suficiente para vivir con una cierta holgura». Esto implica un plan de ahorro pensando en una posible prejubilación.

(Noticia extraída de ABC)

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